Últimamente digo mucho esa frase de ahí arriba, junto a muchas otras palabritas, como ser: degenerada, insensata, empírica-pragmática, concubina del averno, etecé.
Creo que me estoy volviendo misógina, pero a la vez hoy más que nunca extiendo mis brazos y doy gracias por ser lesbiana; porque, la verdad, es que amo a las mujeres. Me encantan.
Con esto quiero decir que..., conocí a alguien... y, sí, ya sé que es típico en mí "conocer a alguien" pero esta vez no es un amor utópico al que sé que nunca podré llegar (Dulcinea), ni un amor desenfrenado y sicótico (punkys y zoofílicas). Esta vez es todo lo contrario. Ella es... Adorable, encantadora, colorida, pacífica, divertida y muy, muy linda. ¿Cuál es el problema entonces?... ¡Que es una heteroconfusa! Y quizá ni eso, quizá sea una heterosexual de raja tabla, rotunda. Pero es que (y aquí es donde viene mi odio iracundo) ¿por qué existen mujeres tan insensibles que sabiendo lo susceptibles que podemos llegar a ser las lesbianas y las múltiples lecturas que podemos tener con ciertas actitudes, gestos y acciones; se atreven a acariciarte las manos, mirarte fíjamente (a mí, que nunca puedo sostener la mirada), enviarte sms diciendo que espera soñar con vos porque le parecés un angelito, y que te dice que no le importaría dormir en una cama con 20 personas siempre y cuando seás su sábana (las frases mamey, pero que pegan).
Esta pequeña insensata que conocí, aparte que ya tiene un historial: sé por fuentes fidedignas que ya su mejor amiga antes estuvo enamorada de ella y que ahora (en vista de que mi amada hetero no le hizo caso) por supuesto la odia; creo que sabe perfectamente que ha venido a causar una revolución hormonal, pero sobre todo emocional en mí... No sé si alegrarme o prepararme para un nuevo alud de desgracias, pero es que siento y tengo esa certeza de que no me costaría nada enamorarme de ella. Siento que después de dos años de venir cargando con un amor que es más bien desamor, terminé tocando fondo hace mucho, y poco a poco he ido escalando de nuevo; y este deseo de alegría quizá estribe en que, al enamorarme de ella automáticamente me olvidaría de mi actual verdugo y abandonaría los terrenos tormentosos al menos por un tiempo. Sin embargo sé que esa es una visión muy inmadura. Sobre todo porque ¡¡¡Por Dios, Suny, la etapa para enamorarse de tus amigas heteros ya pasó!!! (¿recuerdan el correo de las fases de la luna?) Me repito a mí misma que no, y que no, y que no. Pero es que mi gaydar me dice otra cosa y cada día que pasa, cada noche, me va enviando más señales...Y no sé si exista un freno para el instinto.